Laringomalacia (y no es una ministra de finanzas griega)

Doy un salto a después del parto (en este blog vamos a seguir la línea temporal de "Perdidos", con mucho flashback y flashforward...si, papi primerizo es friki) ya que quiero comentar también los malos momentos de todo este proceso.

Tras un embarazo maravilloso y un parto fácil y rápido (5 horas desde que empezó a dilatar), comenzaron las complicaciones: no estuvimos ni una noche con nuestra preciosa hija y la tuvieron que ingresar en la UCI de neonatos (inciso: por favor, nunca sabéis que puede pasar, por muy bien que haya ido el embarazo, el parto se puede complicar, por favor, id a un hospital/clínica con unidad de UCI de neonatos y quirófanos habilitados) por una infección contraída al tragar meconio durante el nacimiento. Empezó una mala racha de malos momentos de salud para nuestra hija, la tuvieron siete días ingresada (con la incomodidad que ello conlleva, ya que a las mamis les dan el alta y al bebé no, con las complicaciones logísticas que se generan), le tuvieron que hacer punciones lumbares para descartar más infecciones, vomitaba sangre, pero pasados los siete días la pudimos llevar a casa. Al desánimo que nos generó el ingreso, se unió que debido a ello, aunque mi esposa intentó por todos los medios dar lactancia materna natural (ya hablaré de ello con mayor profundidad), se hizo muy difícil debido a los biberones de apoyo que le dieron en la UCI y a algo que le detectaron al salir: laringomalacia.

Antes que nada, se que hay males mayores en bebés que los que voy a describir, los he visto en mi familia y en mi entorno, pero cuando para lo que te preparan toda la vida es para "lo maravilloso que es la paternidad y la maternidad", el jarro de agua fría es importante y puede traer el tan temido "baby blues"o la aún peor depresión postparto (se estima que el 10-20% de las mamis de hijos sanos sufren depresión postparto, las cifras se disparan si el bebé sufre algún mal por menor que sea). En conclusión, al final no hay mayor sufrimiento que el que uno vive, y nosotros no estábamos del todo preparados para lo que estaba por venir.

La laringomalacia es una inmadurez de la laringe que provoca, entre otros, un persistente y molesto sonido de patito de feria llamado estridor, cierta dificultad para respirar y para comer. Suele curarse alrededor del año de vida, aunque hay casos peores que pueden durar más y requerir traqueotomía.

Las complicaciones que nos ha dado las listo a continuación, para que entendáis toda la problemática:

• Persistente y molesto sonido cada vez que respira, que dificulta a los padres el dormir, pone nervioso, genera incómodas preguntas en cualquier paseo, visita al hospital, etc, con el bebé
• Dificultad para respirar para el bebé, con marcado hundimiento en las costillas cada vez que respira
• Dificultad para comer, lo que hace que la lactancia sea dificultosa con la consiguiente putada sentimental para la mami a la que la han aleccionado en que lo que ha de hacer si o si es dar de mamar (ya hablaremos de esto en posteriores entradas)
• La laringomalacia va SIEMPRE asociada con reflujo y algunas veces con intolerancia a la proteína de la leche de vaca (en el caso de nuestra hija, ambas cosas). Si habéis tenido hijos con reflujo severo, sabéis también lo problemático que es y como puede afectar psicológicamente a los padres ya que el bebé come poco, vomita bastante, tiene acidez y le molesta, lo que conlleva que se quede en bajos percentiles (ah, los percentiles, esos números tan temidos y tan mal usados) o fuera de la tabla de percentiles con el estrés que supone para los papis (para gran parte de la humanidad, el peso es el indicador de que estás cuidando bien el bebé, lo es para la suegra, la vecina y la que pasaba por ahí, por mucho que los pediatras digan que no es problemático).
• Desfile por pediatras hasta que dan con la clave: Nota importante para los padres: los pediatras son el equivalente para chiquitines del médico de medicina general, es decir, tienen idea de todo pero no mucha profundidad en según que temas. Si creéis que vuestro bebé tiene reflujo o similar, llevadlo a un pediatra con especialidad en el aparato gástrico, si creéis que tiene laringomalacia, llevadlo al otorrinolaringólogo.
• Imposibilidad para llevar al bebé a la guardería hasta el año. Debido a que no debe coger ninguna infección de las vías aéreas, los pediatras y otorrinos nos han indicado que hasta el año no podemos llevar a nuestra hija a la guardería. Esto nos ha causado gran problema ya que vivimos a cientos y miles de kilómetros de nuestras familias, con lo que las opciones eran excedencia de alguno de los dos o contratar una persona para su cuidado en casa. Tras hacer la lista de pros y contras, terminamos contratando a la persona. No existe opción buena ni mala, pero a nosotros que estábamos ya mentalizados con la guardería, el cambio también nos produjo más inquietud

¿Cómo detectarán la laringomalacia al bebé? Por los síntomas y por una sencilla prueba exploratoria que hará el otorrino introduciendo un fino tubo con cámara por la nariz del bebé hasta la laringe, donde verá como se ha desarrollado la misma. La prueba es muy molesta para el bebé pero no le provoca daño.

Ya para acabar, decir que nuestra hija tiene ya cuatro meses y medio y el ruido se le nota mucho menos, come bastante mejor (está con leche hidrolizada para la intolerancia a la proteína de leche de vaca) y se ha adaptado perfectamente a la persona que está trabajando en nuestra casa.

los peores momentos han pasado ya y ahora es una niña risueña, graciosísima, que va cogiendo peso de manera adecuada (menos de lo que nos gustaría, pero adecuada) y que es la estrella de la casa.

Resumen de recomendaciones:

• Programad el parto en un hospital/clínica con UCI neonatal y quirófanos, por muy bien que vaya el embarazo y las ecografías, nunca sabemos que puede pasar.
• EL pediatra es un médico general para pequeñines, para temas más específicos, id a pediatras o médicos especializados.